lunes, 22 de agosto de 2011

The kids from yesterday

Han pasado años desde la última vez que pensé en vosotros como amigos. Aquellos tiempos en los que pensábamos que seríamos amigos para siempre, que ni siquiera nos imaginábamos que nuestros caminos se separaría tanto y acabaríamos por ignorarnos. Unos ya trabajando, otros en la universidad... quién lo iba a decir, que cuando éramos niños fuésemos a llegar a esto.
Es sorprendente ver la evolución de las personas desde cerca. Es como un involuntario experimento sociológico que ni siquiera nos llama la atención, pero bien pensado podemos deducir las causas de todas las consecuencias si estamos lo suficientemente atentos. Y es impresionante, a pesar de lo predecible que resulta visto de esta forma, los cambios que sufre una persona desde su infancia hasta que se vuelve un adulto hecho y derecho, dando las últimas zancadas en dirección opuesta a la adolescencia.
Y aun así, ni siquiera nos imaginamos a lo que llegará cada uno. Puede que en un futuro alguien sea cantante, o famosete de televisión, o actúe, o esté en el paro, o viva fuera de España, o ni siquiera se independice, o muera, o tenga hijos...
Es observar impasible como tu camino se separa hasta puntos insospechados de los caminos de su infancia y se topa con otros que ni siquiera había previsto. La vida da muchas vueltas, y eso sí que no se puede predecir. Y puede que ahí resida la mayor parte de su encanto.