sábado, 17 de diciembre de 2011

No apto para niños mentales.

Navidad ya no es lo que era. Hace muchos años era aquella época por la que siempre estabas esperando, que anhelabas el resto del año sólo para ver la magia de los reyes magos, los regalos bajo el árbol, los dulces, las luces, los villancicos, poner adornos, cenar con la familia... Aún recuerdo emocionarme cuando llegaban catálogos de regalos y empezar a marcar lo que me gustaba para escribir la carta a los reyes.
Ahora la magia de los reyes magos no es más que una farsa que te recuerda lo feliz que eras años atrás, los regalos algo de lo que preocuparse, las luces un gasto eléctrico innecesario, los villancicos un engorro sonoro que crispa los nervios de cualquiera, los adornos un gasto de tiempo inútil que podrías estar empleando en algo mejor y las cenas familiares una dosis de hipocresía, indirectas y afecto fingido hasta la saciedad.
También descubres que la gente se muere. Los trabajos se acaban. Todo eso que no sabías cuando eras pequeño, de lo que no te preocupabas. Ahora formas parte de los adultos de la familia, y participas en la realidad de la que los niños quedan protegidos tal y como estuviste tú. Ahora haces cuentas cuando falta el dinero. Sonríes cuando no quieres porque se ha muerto alguien cercano a tí. Pero debes fingir, porque es Navidad. Y en Navidad todo el mundo ríe, come turrón y construye muñecos de nieve.
Da igual lo que te pase el Navidad. Es como una gran teatro en el que alguien te susurra "el espectáculo debe continuar" y tú no puedes salirte de tu guión.
Me parece bien que se haga "por los niños", pero ¿hasta qué punto es bueno meterlos en una burbuja alejada del mundo real desde la que sólo ven regalos y felicidad? ¿Acaso el resto de especies animales no empiezan a vivir la vida desde que nacen? ¿Por qué esta manía sobreprotectora? En el fondo no es más que dejarlos indefensos ante lo que puede pasar, en lugar de prepararlos. Luego nos extraña que la gente no supere ciertas cosas y aparezcan depresiones.
Yo me pregunto si las muertes de seres queridos, los dramas cotidianos de cada día, serían tan dramas si estas trabas naturales no existieran. Si se viera como algo normal, algo que pasa nos guste o no, y no como un tema tabú "demasiado duro" para un niño. Si esto fuera así, no existiría la muerte. O los niños. ¿No? Siempre que me hacen la típica pregunta "¿si estuvieras muriendo preferirías saberlo o no?" me parece absurdo que exista más de una respuesta. Claro que preferiría saberlo. Y claro que no sería agradable conocer el dato, pero no podemos ser tan delicados y vivir en la ignorancia para no ver la realidad.
Puedes taparte los ojos para no verla, pero la realidad va a seguir existiendo, y lo más importante, te va a seguir afectando. La diferencia es que no la verás venir.

lunes, 3 de octubre de 2011

In a heartbeat, I would do it all again.

No sé cómo algunas personas pueden tener tanta suerte como para conseguir siempre lo que quieren sin importar por encima de quién tengan que pasar. Siguiendo las leyes lógicas de la justicia universal, no debería ser así. Sí, me refiero a esas leyes en las que en el fondo todos queremos creer pero que en realidad no parecen existir. Y la prueba principal está ahí fuera, en la vida de muchas personas. Personas que a pesar de lo que hicieron, hacen y harán siempre tienen lo que se les antoja y han sido tan sumamente malcriadas por la vida que ni se plantean la opción de que puedan perder algo de lo que poseen. Y no hablo de dinero, para nada.
Pero en fin... ¿qué puedo hacer yo? Escribir mis frustraciones en un blog sin fondo donde nadie les dará importancia, donde no cambiarán nada. Desahogar. Al fin y al cabo, durante todo el día estoy feliz y animado (aunque no lo parezca) y algunas veces tengo que venir aquí y dejar salir una parte de mis pensamientos cuando éstos llenan demasiado mi cabeza. Y vuelta a empezar, con ésto mi mente queda relativamente despejada para unos cuantos días en los que puede que ni me acuerde más del tema. Hasta que algo me lo recuerde y vuelva aquí a plasmar más inútiles palabras de desesperado auxilio.
Supongo que parte de la vida es aprender cómo es, ir pillando cómo funciona y apuntar todos los trucos que puedas para futuras ocasiones. Así que no caerán en saco roto la evidente injusticia ni la falta de aprendizaje por parte de algunas personas. Pero ¿qué esperar de ellas si siempre han sido mimadas? ¿acaso puedes contar con alguien que jamás ha sabido lo que es resignarse, que jamás ha mirado más allá de sus cuatro paredes porque dentro estaba todo lo que necesitaba? Ese tipo de cosas son las que vas aprendiendo muy a tu pesar, formando un álbum de recuerdos a tener en cuenta.
Por lo demás creo que sólo me queda aguardar y ver por qué derroteros decide llevarme la injusticia vital que reina en mi realidad, esperando que mañana todo se equilibre un poco más de lo que lo está hoy. Porque la esperanza, quieras o no, es lo último que se pierde ¿no?

lunes, 22 de agosto de 2011

The kids from yesterday

Han pasado años desde la última vez que pensé en vosotros como amigos. Aquellos tiempos en los que pensábamos que seríamos amigos para siempre, que ni siquiera nos imaginábamos que nuestros caminos se separaría tanto y acabaríamos por ignorarnos. Unos ya trabajando, otros en la universidad... quién lo iba a decir, que cuando éramos niños fuésemos a llegar a esto.
Es sorprendente ver la evolución de las personas desde cerca. Es como un involuntario experimento sociológico que ni siquiera nos llama la atención, pero bien pensado podemos deducir las causas de todas las consecuencias si estamos lo suficientemente atentos. Y es impresionante, a pesar de lo predecible que resulta visto de esta forma, los cambios que sufre una persona desde su infancia hasta que se vuelve un adulto hecho y derecho, dando las últimas zancadas en dirección opuesta a la adolescencia.
Y aun así, ni siquiera nos imaginamos a lo que llegará cada uno. Puede que en un futuro alguien sea cantante, o famosete de televisión, o actúe, o esté en el paro, o viva fuera de España, o ni siquiera se independice, o muera, o tenga hijos...
Es observar impasible como tu camino se separa hasta puntos insospechados de los caminos de su infancia y se topa con otros que ni siquiera había previsto. La vida da muchas vueltas, y eso sí que no se puede predecir. Y puede que ahí resida la mayor parte de su encanto.

martes, 26 de julio de 2011

Nada nuevo

Hoy es uno de esos días en los que te das cuenta de las cosas.
Más personas que no pintan nada en tu vida. Que están como un parche de gente que ya no está, que mantienen a duras penas un barco que está hundido desde hace tiempo. Pero tarde o temprano, el parche se rompe y el barco se hunde. Y las personas a tu alrededor te dejan claro cómo son, algo que ya sabías, pero que intentabas obviar porque te convenía. Al fin y al cabo, no había mucho más donde elegir.
Pero te das cuenta, pasado un tiempo de desengaños, que es mejor estar solo que mal acompañado y decides que si en tu vida sólo tú vas a pensar en tí, sólo tú debes estar ahí. El resto sobran.
Ya he cumplido el cupo de "amigos" egoístas hace tiempo y no quiero añadir más nombres a la lista. Es mejor dejarlo así, cada uno por su lado.
Empiezo a sentir asco hacia las personas, en serio. Me cuesta pensar que alguien pueda merecer la pena, que alguien pueda llegar de verdad a apreciarte y a precouparse por tí. Pocas personas he conocido así a lo largo de mi vida, y las cosas no parece que lleven rumbo de ir a cambiar.
Desde hoy desisto. Reniego de cualquier contacto con seres humanos en general (sin contar escasas excepciones), por haberme enseñado a perder la confianza en la gente. Y después de tantos palos, no sé si algún día alguien podrá hacer que vuelva a recuperarla.

miércoles, 22 de junio de 2011

Durante toda la vida buscas a alguien que te entienda, que te quiera, que no te haga daño, que te trate bien... Sí, todo eso es muy bonito, pero no existe. Puede que la culpa de tal idealismo de romanticismo cutre sean los libros, la televisión, la cultura en general... quién sabe. El caso es que casi todo el mundo vive con el fin de encontrar alguien así, buscando frenéticamente sin darse cuenta de que se les pasa el tiempo, un tiempo que podrían aprovechar y dedicarse a sí mismos en lugar de entregarse a la desesperada búsqueda de quimeras.
Yo ya he aprendido que tanto una pareja, como tu familia, como los amigos, compañeros, conocidos e incluso desconocidos no cumplen esas condiciones para siempre. Porque la gente, aunque pueda sonar descorazonador y carente de esperanza, SIEMPRE te decepciona. Da igual quién, da igual cómo. Siempre. Y nuestra tarea no debería consistir en buscar a alguien que logre no decepionarnos, porque eso no es posible. El ser humano tiene la gran capacidad de formarse expectativas no demasiado acordes con su realidad, sino bastante por encima. Nuestro objetivo debería ser buscar a alguien que nos decepcione, pero que eso tenga importancia para él o ella.
Al fin y al cabo, todo rota en torno a importarle a los demás, a ser querido. Pues bien, aunque sean pocas personas las que hay así por el mundo, por tu mundo, siempre habrá alguien que te hará daño pero, si es consciente de ello, se odiará por haberlo hecho. Eso es lo que realmente cuenta en las relaciones humanas. Es imposible no equivocarse, pero es necesario remendar el error.

Comprensión

Hablas con la gente cada día, cada hora, cada minuto, cada segundo. Construyes frases de relativo sentido para superar la mañana. Diseñas expresiones ajenas para atravesar la tarde. Otro día más que ha pasado sin darte cuenta, justo como pretendías. Todo gracias a una cutre interpretación con la que te acabas fusionando. Teatro barato. Verborrea.
Pero nadie se da cuenta. Sólo tú te preguntas desde el escenario si tan convincente es tu actuación o tan ocupados están los demás ignorándote.

domingo, 15 de mayo de 2011

500 days of summer.

Da igual cuánto lo pienses, no se convertirá en realidad. A veces nuestra percepción nos juega una mala pasada, y vemos cosas que no existen. Vemos a alguien apropiado, definitivo. Vemos nuestra felicidad. Pensamos que es la persona de nuestra vida, que jamás conoceremos a nadie así. Es especial. Para tí.
Pero da igual cuánto lo pienses. Puede no serlo, puede serlo sólo para tí. Y es entonces cuando el sueño se convierte en pesadilla y el mundo pierde color. Y es entonces cuando te prometes que nunca más volverás a ceder, hasta que cedes. Porque siempre quedará esa extraña percepción unilateral en un rincón de tu mente, susurrándote en momentos de debilidad que nunca es demasiado tarde. Atormentándote. Alimentando tus esperanzas cuando ni siquiera quieres comer.
Da igual cuánto lo pienses. Mientras nadie más entre en tu vida, tu mente no expulsará esa idea vírica susurrante, y en tu cabeza se librará una batalla. Una lucha entre ceder y volver al pasado, a riesgo de no sólo revivir lo bueno sino también lo malo, o de seguir como hasta ahora con una vida ajena pero segura.
No me apetece sufrir. Pero me temo que no hay remedio.

miércoles, 11 de mayo de 2011

Just try not to worry, you'll see them someday

El tiempo pasa más rápido de lo que queremos creer y nos hacemos mayores sin saberlo. Prueba de ello es la universidad, el aumento de responsabilidades con la mayoría de edad, el cambio de aficiones y costumbres, el filtro de amigos que la realidad impone en tu vida de repente...
Pero no merece la pena pensar en ello. No necesitas todo eso. Vale más ver que en la universidad aprenderás cosas interesantes y conocerás gente nueva, que las responsabilidades te alejarán de la adolescencia hacia la madurez, que tus nuevas aficiones son más sanas y productivas que las anteriores, y que lo amigos que no han logrado pasar la prueba de fuego es porque en realidad no se merecían estar en tu lista.
¿Qué más da si nada parece cambiar de un día para otro? Lo importante es que todo cambia al fin y al cabo, sin que nos enteremos. Porque no son los pequeños cambios los que te importan, sino los grandes, que normalmente pasan más desapercibidos. El centrarnos en esperar ciertas cosas de la vida hace que desatendamos lo que verdaderamente importa y por lo que nadie más va a luchar: tú mismo. Tú cambias aunque no lo parezca, y tu vida cambia contigo.
No sé vosotros, pero aunque a veces haya personas que me dan envidia por la vida que llevan, no cambiaría una vida insulsa de felicidad e ignorancia por mi vida de inquitudes y reflexión. Puede que no sea una vida totalmente feliz, pero ¿sabes qué? La felicidad permanente es insana y egoísta, y cuando algo que debe ser extraordinario se hace ordinario pierde la extraordinariedad.

jueves, 28 de abril de 2011

Son tiempos difíciles para los soñadores

Vuelta a casa arropado por Incubus y mirando el cielo con imaginación. Ha sido chocante volver a soñar despierto con el mismo sueño recurrente de cada día tras una semana de cambios. La verdad es que no puedo hacer gran cosa. No creo que en mi vida vaya a pasar gran cosa.
Por ahora lo único que tengo son unas gafas de sol para ocultar mis ojos soñadores y unas botas firmes que me recuerden que pase lo que pase debo estar seguro de mí mismo. Son tiempos difíciles para los soñadores, y no me queda otra que aguantar y conformarme con mis ensimismamientos oníricos que no se hacen realidad.
Porque los sueños, sueños son. Y si no que me lo digan a mí cada vez que te miro.

miércoles, 27 de abril de 2011

Una idea es como un virus, resistente, muy contagiosa e incluso el germen más insignificante de una idea puede desarrollarse para definirte o para destruirte.

domingo, 10 de abril de 2011

Terry Pratchett y JJ

"La luz cree que viaja más rápido que cualquier otra cosa, pero se equivoca. Da lo mismo lo rápido que pueda viajar, porque al final, la luz descubre que la oscuridad ha llegado antes que ella y la está esperando."


"Doy gracias por los años que he pasado con esta familia, por lo que hemos compartido, por las oportunidades para crecer. Me llevaré lo mejor conmigo y me guiaré por su ejemplo vaya donde vaya. Un amigo me ha pedido que diga la verdad, así que aquí va: esto no es lo que quería pero cumpliré con mi deber. Quizá sea porque lo veo todo como una lección, o porque no quiero pasarme la vida amargada, o quizá sea porque por fin comprendo que hay cosas que no queremos que sucedan pero que hay que aceptar, cosas que no queremos saber pero que hay que aprender y personas sin las que no podemos vivir pero a las que hay que dejar."

So I start a revolution from my bed.

Últimamente tengo siempre ganas de escribir, pero no sé plasmar lo que quiero. Cuesta estrujar los pensamientos hasta que la última gota caiga sobre el papel, o en este caso, el teclado.
Pero no puedo evitar a la misma historia de siempre, a septiembre. La apatía. La indiferencia. La neutralidad. ¿Hay algo peor que eso?
Tanto tiempo sin cambios, sin nada que de un vuelco a mi vida. En esta ciudad envenenada de pasado nada cambia, y a veces parece que me he quedado atascado reviviendo el mismo día una y otra y otra vez. Como en una de esas películas americanas. La diferencia es que en la película siempre encentran el modo de romper el círculo, pero en mi caso es más complejo.
Hay tantas cosas esperándome ahí fuera, y tantas cosas de las que me quiero olvidar aquí... Ojalá pudiera quedarme y ser feliz, tener una mentalidad simple y conformarme con poca cosa, pasear por ciertas calles sin que me entren ganas de pegarle patadas a algo y volver a casa sin respirar la ponzoña que el viento mece a través de este túnel de recuerdos acabados.
Si  hay algo más para mí en esta jodida ciudad está tardando demasiado en aparecer, y me estoy cansando de esperar. No digo que vaya salir fuera a buscar algo que aquí no hay, ya me he resignado a dejar de buscar cosas que no voy a encontrar, se trata simplemente de salir de este pozo de rutina y películas en blanco y negro. De irme lejos sin pensar en lo que me dejo, sino en lo que me espera. De romper con todo. De olvidar esta maldita ciudad y sus estúpidos habitantes.

lunes, 28 de marzo de 2011

Sanas fantasías privadas

Quiero parecer fuerte. Quiero ser fuerte. Creo que soy fuerte. Pero a veces tengo momentos de debilidad en los que me invade el desasosiego y la melancolía. Aún así estoy contento por tener claro lo que quiero, aunque sea algo utópico e inalcanzable. Y también tengo claro qué se sale de la realidad y qué está dentro de ella, por eso no me sorprendo fantaseando despierto con cosas que no sucederán nunca más.
Supongo que son etapas de la vida, y como en cada una, hay una especie de "amor platónico", una persona que apenas conoces en profundidad, puede que poco más que de vista, pero que sientes de alguna manera que sería alguien perfecto para tí. Algo te lo dice.
Pero bueno, seguramente es sano tener alguien a quien desear en secreto, sino la vida interior sería demasiado aburrida y monótona. Una vez que asumes la ficción de la relación, y que la otra parte ni siquiera se imagina que ronda tu mente muchas veces al día y que apenas aprecia tu existencia, nada puede hacerte daño, ya has dejado escapar toda brizna de ilusión. Aunque eso no impide que haya momentos en los que le das al botón de "inicio" a una velocidad de 10 clics/minuto esperando ver un comentario encabezado con su nombre.

miércoles, 23 de marzo de 2011

A veces una vuvuzela es más que suficiente.

 Francois de la Rochefoucault escribió una vez: "Estamos tan acostumbrados a disfrazarnos para los demás que al final nos disfrazamos para nosotros mismos".
¿Cómo podemos saber cuál es nuestro "verdadero" yo, si es que existe, y dierenciarlo del puro fingimiento rutinario? ¿Ha pasado a ser esta actuación diaria nuestra personalidad real? ¿Se ha quedado la careta pegada a la cara de tanto usarla? Es posible que así sea y que realmente no exista una verdadera personalidad única e intransferible, sino diferentes formas de pensar en diferentes ocasiones que nos hacen actuar ante un mismo hecho de forma diferente a causa de las circunstancias que lo rodean. Puede que no sea nada fijo, puede que todos seamos iguales en algún momento de nuestra vida a los demás. Las personas tenemos la mala costumbre de ponerle etiquetas a todo, de intentar identificar cada cosa que nos rodea. Pero, ¿no es mejor a veces dejarse llevar simplemente por lo que piensas o sientes sin preguntarte nada acerca de tí mismo? Las cosas son como son y nada va a cambiarlo.
A veces vale más deslizarte entre los demás y fundirte entre la flagrante multitud para sentirte uno más. Gritar al aire ingeniosas rimas reivindicativas sabiendo que nadie te escucha, y a la vez, todos lo hacen.

martes, 15 de marzo de 2011

Under my skin

Y me gusta quedarme un rato más en la cama abrazado a alguien mientras los primeros rayos de sol se cuelan por las rendijas de un sueño hecho realidad, caminar por casa medio desnudo, levantarme de madrugada y asomarme un rato a la ventana para sentir la silencosa tranquilidad nocturna, hacer sonreír, desatar la estrella de rock que llevo dentro cuando estoy solo en casa, jugar a observar a los demás y adivinar qué piensan en cada momento, caminar bajo la lluvia y mirar al cielo mientras noto como la ropa se pega a mi cuerpo y el pelo me cae por la cara, perderme en la montaña para escribir mil historias alternativas en las que decidir cómo ocurren las cosas, comer nieve, quedarme viendo películas o series abrazado a alguien en el sofá hasta quedarme dormido, leer poesía, el arte, el gore, el rock, dar sorpresas, relajarme adoptando hobbies que no son los míos por un rato, el sarcasmo, la cultura, viajar, ir solo al cine de vez en cuando, hacer locuras, los chalecos, las librerías, los idiomas, salir a la calle sin saber dónde voy, correr para liberar energía, cantar como si no hubiera un mañana, las conversaciones filosóficas e interesantes a media noche, buscar caras en las paredes, dejar vagar mi imaginación antes de dormir para saber qué me preocupa o qué ronda mi cabeza sin restricciones... y voy a parar porque el deber universitario me llama.

Estos días me siento mejor, me ayuda sentirme identificado de vez en cuando. Me hace sentir más humano, más cerca de los demás. Menos raro.

Gracias a los lectores, me encanta que opinéis o comentéis lo que os parezca, pero sobre todo saber que a alguien le interesa lo que aquí escribo. Siento todo este rollo sobre mí mismo, pero realmente necesitaba recordarme quién soy; a veces se me olvida.
De verdad, gracias.

domingo, 13 de marzo de 2011

Grupo

Hasta ahora no me había dado cuenta del todo, o no lo quería admitir, pero lo cierto es que ya no hay "grupo". Hace tiempo que no lo hay.
Pensé que a lo mejor era algo pasajero, que todo volvería a ser como era antes. Que la palabra amistad me haría sonreír en lugar de llorar, y que podría tener mis momentos de relax y diversión cuando los necesito. Pero hemos pasado ya por demasiadas cosas. Supongo que han sido muchos cambios en poco tiempo, grandes pérdidas, indiferencia... Puede que a título individual aún queden dos personas con las que poder hacerlo, pero me parece que ha quedado claro que nuestro "grupo" ya no es lo que era.
Y es difícil observar el cambio sin sentir pena o rabia, porque sabes que muchas personas tienen un "grupo" de amigos con los que salir de vez en cuando y con los que pasar buenos ratos. Grande, pequeño... eso da igual. Un grupo.
Aún abrazo mi almohada cada noche y me paro unos minutos antes de dormir a dejar que mi mente vague líbremente. Así sé qué me preocupa realmente; sin censuras. Y muchas veces me veo sorprendido cuando la esperanza de que nuestro "grupo" vuelva a ser un grupo sigue aún resplandeciendo en una esquina apartada del mundo real.

sábado, 12 de marzo de 2011

Love is a verb in my room.

- ¿Cómo te sientes?
- No sabría explicarlo demasiado bien, la verdad. Es algo confuso.
- Venga, inténtalo.
- Pues no sé... es un sensación extraña... tan ajena y tan propia a la vez... Es parecida a la que sientes cuando abres un libro por la primera página y quedas abducido por su trama hasta la última palabra o cuando de pronto escuchas una canción que no habías oído nunca pero sientes que ha sido hecha para tí, que es lo que estabas buscando.
- Ahora dime la verdad.
- Está bien. En realidad hace mucho que no me siento así, sólo me siento solo. Son ya tantas malas experiencias seguidas... pero por eso me gusta tanto leer o escuchar música. Mientras siga sintiendo lo que siento cada vez que me topo con un libro o una canción que sienta como parte de mí, sabré que aún no me he olvidado de cómo sentir lo mismo con una persona.

sábado, 26 de febrero de 2011

Autocrítica.

De pronto, todas las preocupaciones que pueblan tu cabeza pierden sentido. Es cuando contactas con una de esas personas que no siempre tienes presente como miembros más de la sociedad. Sólo de vez en cuando, en el telediario o en un libro, tomas conciencia de que siguen ahí, superando las barreras que la vida les impone día a día.
Es por eso que llegado a este punto me doy cuenta de la panda de niñatos estúpidos que somos (yo me incluyo) al quejarnos por cualquier cosa, sin tener la más remota idea de lo que es ganarte la vida minuto a minuto, segundo a segundo... y da igual, porque nos seguiremos quejando, por algo somos seres humanos. Pero... cabe plantearse quién es realmente el discapacitado en el mundo, en la sociedad: ¿aquellas personas cuya mayor preocupación es ir bien peinado o vestido o el grupo de personas que arrastra cada día con la carga de ser diferente y de tener que superar millones de obstáculos en su vida cotidiana, esforzándose por ser uno más?
¿Realmente personas que pueden soportar algo inimaginable para nosotros sin apenas quejarse se pueden considerar discapacitados? ¿Con respecto a nosotros? No lo creo.
Sinceramente, su actitud, fortaleza y capacidad de superación son mucho más admirables que nuestra infantilería, inmadurez y egocentrismo. Ellos tienen la capacidad, no nosotros.

sábado, 19 de febrero de 2011

I don't care

Creo que estoy llegando a mi límite. Podría soportar todas las tonterías que soporto, pero no me apetece. Paso de niñatos/as inmaduros/as que sólo saben mirarse el ombligo. Paso de aguantaros a cambio de un chute de compañía.
¿Que estoy solo? Bien. ¿Que no tengo a nadie? Perfecto. Para ser así, prefiero estar solo que mal acompañado. Ya me da igual sentirme así, porque estar con personas físicamente no cambia el hecho de estar o no estar solo. Así que se acabó, estoy cansado de tirar de algo que no merece la pena.
Si algún día conozco a alguien que merezca la pena, seré el hombre más feliz del mundo. Y sino, da igual. Desde luego no voy a volver a drogarme con vuestra absurda "amistad", ni "amor". Los "te quiero" vacíos ya no significan nada. ¿Y decís que soy frío? CLARO que soy frío. Me habéis hecho así. Mantengo las distancias por vuestra culpa. Dejaré de serlo el día que alguien me demuestre que puedo ser igual de cálido en su compañía que cuando estoy solo y me quito la coraza de frialdad.
Prefiero estar solo.

martes, 8 de febrero de 2011

Tic-tac

El tiempo agoniza en mi despertador, acuchillado por finas agujas que te recuerdan lo que no estás haciendo y lo que te estás perdiendo con un estridente tic-tac, tic-tac, tic-tac...

domingo, 6 de febrero de 2011

Your bridge keeps on burning at both ends

Es difícil lidiar con uno mismo, con todos los pensamientos, deseos, frustraciones, ilusiones y recuerdos que pasan por tu mente. A veces me confundes, tiendo a pensar demasiado y quizá me obsesione con cada gesto, mirada o palabra y simplemente sean lo que son. Mi cabeza es demasiado compleja para mí a veces, me gustaría ser una persona sencilla e impulsiva que apenas piensa lo que dice o hace.
Por otro lado está aquella página que ya pasé o debí pasar hace mucho, y que vuelve recurrentemente para intentar hacerse un hueco en un nuevo libro que ni siquiera existe. Millones de páginas en blanco sin nombres con las que rellenarlas. Tan sólo 1, 2 y puede que incluso 3 en contadas ocasiones.
Cuesta mucho contruir puentes con las personas cuando notas que por la otra parte son inestables, endebles, y que si intentas afianzar un poco más ese lazo puedes caerte al vacío. Muchas veces tengo esa impresión, de que las personas que me rodean apenas quieren construir puentes, y mucho menos estables. Y aunque pueda ser simplemente mi jodida mente, los hechos son los hechos, y mi libro sigue prácticamente en blanco y con olor a nuevo. Pero, ¿cómo escribir sus páginas sin reutilizar aquellas que han quedado en el pasado y sin que otras nuevas quieran estar incluídas?
Hay veces que incluso pienso en volver a la frialdad extrema de cortar todos los lazos que me unan a las personas y vivir en la soledad más absoluta, sabiendo que estaré protegido, y que mis expectativas serán mínimas. Así todo sería mucho más fácil, aunque también mucho más lineal y aburrido.
Y los puentes se derrumban, y el aislamiento total va cerrando fronteras... hasta que llegue el día en el que sólo podré esperar a ver cómo mi libro arde en el último puente sin poder hacer nada por salvar esa última conexión con el mundo exterior.

lunes, 31 de enero de 2011

Después de tantos años da pena ver a lo que ha llegado cada persona. Sólo pensar en todos esos amigos de la infancia con los que seguramente la relación nunca será igual, si es que existe relación todavía.
Ciertamente da pena reconocer que las cosas cambian, las situaciones cambian, y sobre todo la gente cambia. Pero la pena no es una estructura estable, y dura lo que dura. Un sentimiento tan tenue no puede sustentar a una persona. Y los cambios se acentúan.
Hay varias cosas claras a la hora de pensar en todo esto. No por decirlo la situación será diferente. Tampoco estoy seguro de querer que lo sea.
Desde luego si algo me pone enfermo es que me tomen por tonto. Puedo parecerlo, no lo sé; incluso hacérmelo de vez en cuando, pero si de algo podeis estar seguros es de que no lo soy. Me entero de muchas más cosas de las que dejo ver, y millones de veces he fingido ser como no era, sentir lo que no sentía o pensar lo que no pensaba. Me es muy fácil saber cuando algo es verdad y cuando mentira, y más con personas que conozco. Hasta ahora descubría sólo las que me interesaba, me reía de las demás en privado. Pero os doy un consejo: no lo hagáis. Y más cuando son evidentes.
Estoy harto de seguir juegos y paripés que no me interesan lo más mínimo para haceros pensar que me creo todo lo que me decís. Y al igual que yo, más gente. Así que podéis intentarlo, podéis conseguirlo... y podéis fallar. Pero tened en cuenta una cosa, la probabilidad juega en vuestra contra, y estoy harto de que se me tome por estúpido.
Por favor, si alguien se inventa algo, que no cambie la versión a los dos meses. Hay una cosa que se llama memoria. Y si alguien se inventa algo, que esté seguro de que hay posibilidades de que yo no sepa la verdad, de que me lo crea. Porque hay otra que se llama realidad. Al igual que la coherencia, cohesión, adecuación... esas cosas que ciertas personas se pasan por el forro de su entrepierna.
Así que por favor, no juguemos con unicornios. Sé que puede resultar difícil en vuestra imaginación o mundo particular, pero aquí, donde está la gente normal, hay LÍMITES.

domingo, 23 de enero de 2011

ADF

Hoy he descubierto con un ejemplo muy cercano la cantidad de cosas impensables que puede hacer una persona para asegurar su propio bien. Da igual ir en contra de toda lógica y educación. Da igual ir en contra de personas que han sido una familia para tí y siempre te han tratado como a uno más. Todo da igual cuando tu mente echa humo pensando en nuevas formas de aprovecharte de los demás en tu propio beneficio y de interponer el dinero a las personas.
Aún sigo que creer que alguien como tú haya llegado a ese punto. No parecías así. Para nada. Pero ahora por tu culpa se está rompiendo algo que debe estar unido. Por culpa de tus absurdas elucubraciones acerca de las intenciones ocultas de los demás. Por culpa de tu excesivamente calculadora mente. Por culpa de tu incontrolable avaricia...
No sé cómo el resto ha aguantado hasta ahora sin decirte un par de cosas bien dichas por todas las mentiras que les has contado y las carcajadas que te has echado en sus caras. Pero más te vale no decirme nada a mí, porque yo no soy mala persona pero tampoco soy tonto, y no te habría permitido lo mismo que los demás, al igual que no te lo permitiré a partir de ahora.
Rezo porque mi nombre no ronde tu cabeza como siguiente víctima de tu rebuscado plan narcisista, porque no me gustaría tener la culpa de romper del todo lo que se rompe por mandarte a la mierda. Pero si nadie más te para los pies, tranquila, que aquí estoy yo.

domingo, 9 de enero de 2011

Solía

Antes solíamos estar juntos, todo el día, siempre uno al lado del otro. Me gustaba. Era increíblemente divertido compartir tantas risas y confianza con una persona, sin pensar en nada más. Actuar sin tratar de controlarlo todo, sabiendo que podías soltarte un poco más y sin miedo a ser traicionado. Me encanta pensar que tenía un pilar fijo e inquebrantable en el que apoyarme cuando necesitara, y con el que siempre podía hablar y recibir un abrazo si me hacía falta.
Supongo que antes las cosas solían ser muy diferentes. Me da pena echar la vista atrás y pensar en todos esos momentos tan sumamente fantásticos que se han perdido y se han quedado en nada. Es terriblemente frustrante el presenciar impotente como algo tan satisfactorio se reduce a sólo un vago recuerdo de lo que en el pasado fue real. Y duele. Saber que además, sólo tú te preocupas de eso y de que la persona en la que tanta confianza habías depositado te ha apuñalado en lugar de abrazarte cuando más lo necesitabas.
Solía pensar que esto era algo pasajero, que tarde o temprano vendrías de nuevo, entrarías en razón... pero no sé, no quiero demorar más la espera. Tampoco sé si quiero dejar volver a alguien como tú. Ahora que he visto realmente cómo eres y lo que eres capaz de hacer, no creo que deba volver a dejar que te acerques. Los recuerdos son lo único que te salvan. Pero hace ya medio año de esos recuerdos... más tiempo del que jamás hubiera pensado que pasaría lejos de tí.
Solía sonreír al verte...

Y para acompañar este ataque repentino de recuerdos desterrados, un fragmento de una bonita canción de un grupo con cuyo nombre escribo estas líneas:

You and me
We used to be together
Every day together always
I really feel
I'm losing my best friend
I can't believe
This could be the end
It looks as though you're letting go

Our memories
They can be inviting
But some are altogether
Mighty frightening
As we die, both you and I
With my head in my hands
I sit and cry