Francois de la Rochefoucault escribió una vez: "Estamos tan acostumbrados a disfrazarnos para los demás que al final nos disfrazamos para nosotros mismos".
¿Cómo podemos saber cuál es nuestro "verdadero" yo, si es que existe, y dierenciarlo del puro fingimiento rutinario? ¿Ha pasado a ser esta actuación diaria nuestra personalidad real? ¿Se ha quedado la careta pegada a la cara de tanto usarla? Es posible que así sea y que realmente no exista una verdadera personalidad única e intransferible, sino diferentes formas de pensar en diferentes ocasiones que nos hacen actuar ante un mismo hecho de forma diferente a causa de las circunstancias que lo rodean. Puede que no sea nada fijo, puede que todos seamos iguales en algún momento de nuestra vida a los demás. Las personas tenemos la mala costumbre de ponerle etiquetas a todo, de intentar identificar cada cosa que nos rodea. Pero, ¿no es mejor a veces dejarse llevar simplemente por lo que piensas o sientes sin preguntarte nada acerca de tí mismo? Las cosas son como son y nada va a cambiarlo.
A veces vale más deslizarte entre los demás y fundirte entre la flagrante multitud para sentirte uno más. Gritar al aire ingeniosas rimas reivindicativas sabiendo que nadie te escucha, y a la vez, todos lo hacen.
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