lunes, 10 de diciembre de 2012

Tiempo al tiempo

El presente es un tiempo despiadado. Te obliga a escoger en qué deseas consumir cada segundo, haciendo que debas deshacerte automáticamente de miles de interesantes posibilidades. Pero ni siquiera te da tiempo para pensar qué elegirás, tan sólo sigue adelante sin esperar por nadie.
Hay ocasiones en las que arriesgarte a tomar una decisión prematura te lleva a pasar el tiempo futuro lamentándote y pensando en el pasado como algo perdido. Pero si tomas una decisión meditada, descubres que podrías haber hecho tres estupideces en el mismo tiempo. En ocasiones actuar de una forma, significa pagar un precio muy caro. Otras veces pagas el doble por no actuar.
Creo que nadie estuvo más acertado que aquél que dijo "el tiempo es oro". Es cierto. Desde la antigüedad, el bien más preciado era el más escaso. ¿Y qué es el tiempo sino el más escaso, travieso, escurridizo e indómito bien que jamás haya existido?
Lo mejor de todo es que siendo joven te sientes abrumado por la absurda ilusión de tener todo un futuro por delante, algo que el aire te ha susurrado al oído y por lo que te has dejado convencer. Pero no podrías estar más equivocado. Y mientras disfrutas de múltiples maneras de malgastar tu tiempo, éste se va a agotando sin que apenas te percates de ello.
Y un día descubres que emplear tu tiempo en algo supone renunciar a muchas otras cosas. Y que ya has renunciado a un gran montón de cosas que adoras, eligiendo inconscientemente otras por razones que no llegas a entender demasiado bien. Una toma de decisiones tan rápida como la que haces a cada segundo que pasa, es imposible de entender. No puedes pretender seguirle la pista. Tan sólo puedes sentarte a intentar buscarle un sentido y lamentarte por lo que has dejado pasar. Y ese mismo día te das cuenta de las personas con las que decidiste compartir ese tiempo, y a quién se lo quitaste de las manos.
"Me encantaría poder leer todos los libros que existen en el mundo", me dijo alguien una vez.
"Tic tac", respondió el presente con una sonrisa cruel.