jueves, 16 de diciembre de 2010

Contradicción

No, no sé qué hacer. Y sí, siento esa electrizante sensación cuando nuestras miradas se cruzan. Aunque puede que todo sea una ilusión. Puede que sean imaginaciones mías y que en realidad todo sea perfectamente normal. Puede... me gustaría pensar que no, pero puede. Y de hecho, es lo más probable.
Cada vez que me convenzo diciéndome a mí mismo "es imposible, Adrián, no flipes" veo razones para dejarme llevar por mi fantasía. ¿Será bueno seguir adelante con la ilusión que me provoca ver tu sonrisa? ¿Con tener ganas de ir allí para estar cerca de tí? ¿Con esas miradas que cada día me cuesta más ocultar?
En mi cabeza todo es tan complicado... cada acto, cada palabra, cada gesto, cada mirada... todo en tí es contradictorio. Pero claro, suponiendo que haya señales dirigidas a mí, que ya es mucho suponer.
Puede que sea mejor bajar al mundo mortal y poner los pies en tierra firme.
O puede que sea mejor echarle un par y dar un paso irrevocable. O esperar. Pero, ¿cuánto?
Puede que esté confuso, y puede que mi mente esté ausente por tu culpa. Puede que sean fantasías, o puede que sea real. Puede que el futuro lo descubra, o puede que no.
Si hay algo seguro es esa agradable sensación que me produce cruzar mi mirada con tus ojos oscuros o ese increíble momento en el que sonríes. Adoro cómo sonríes.
Y puede que esté siendo tonto. Imbécil. Estúpido. Rematadamente gilipollas. Pero puede, sólo puede, que por esa sonrisa merezca la pena creer.

3 comentarios: